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martes, 3 de septiembre de 2019

21º. "LA CASA ES SERIA". (LA DESCABELLADA Y CÍNICA TÉCNICA PARA EXTRAER EL MAYOR RÉDITO POSIBLE, A UNA GRAN MENTIRA, SOSTENIÉNDOLA EN POTENCIA, EN EL TIEMPO).




Estimados Gardelianos: 
 
                                               La historia que les voy a narrar, vivida personalmente (según aseguraba insistentemente), por un Sr. que me la traspasó a través de su querida tía-madrina (apodada "La Cuba Yubaka" (sic) *1), la que, al margen de haber sido vista por última vez en las inmediaciones del cabo de Machichaco, regentaba un puesto de embutidos en el mercado donde mi vecina compraba asiduamente y que según la misma, aquella siempre la iniciaba con un tan recurrente como desconcertante  "dicen que dicen";  que tiene cierta suerte de continuidad con el capítulo 18 de este blog, y que no por cierta, deja de ser peliaguda para su principal personaje, que aunque ya extinto, tiene deudos a los que ésta aún puede importunar (sean empáticos), razón por la cual, y siendo un asunto de primer orden gardeliano, ya de diferentes modos esbozado en diversos apartados anteriores, y del que en su día "dicen que dicen", corrieron verdaderos regueros de tinta, razón por la que algunos de sus rasgos, indudablemente les serán comúnmente familiares por oídas;  no queda otra, que, en materia de nombres y ubicaciones, darle un tinte humorístico novelesco, para deformar en la mayor medida posible, la identidad auténtica del increíble autor de tanto despropósito, que como se apreciará, fácilmente supera en ocasiones, cualquier tipo posible de ficción.


INTRODUCCIÓN


    Los sucesos que vamos a relatar transcurrieron en un país indeterminado (por ejemplo ideal, Mongolia), entre finales de la década de los 30's, e inicios de la de los 40's del siglo XX, donde cargado de la mejor voluntad conversora posible, se trasladó un visionario misionero hispano-argentino (anteriormente especializado en opticiones (sic) *1), de quien a ciencia cierta nunca se supo exactamente donde ni como desapareció, el que entre sus escasos bártulos, portaba unas viejas cintas cinematográficas de su admirado Gardel, para tratar de hacer en los ratos libres, proselitismo de su ídolo;  ¡y vamos si lo originó!.  

   "Dicen que dicen", que las sesiones las realizaba en las tardes de las festividades, domingos y días de guardar, siendo éstas para incentivo de chicos y mayores, anunciadas ampliamente en el curso de la semana.    Y ocurrió lo inevitable;  al poco tiempo de tan ejemplar actividad, de entre los asiduos asistentes a las mismas, destacó por su especial admiración y devoción al astro, un adepto catecúmeno, de nombre Сэтгэл (Corazón) (ni de pulga ni elefante ni león), simplemente Corazón (como el del apodo del célebre rey anglosajón, Plantagenet), recibiendo de sus progenitores los apellidos Цай  (Té) (Camellia sinensis) como la infusión, por parte de padre) y Амжилтгүй болсон (Falla) (como el del memorable compositor gaditano, o la de San Andrés en California, por el de madre);  de resultas de lo cual, brotó un singular gardeliano llamado  - Corazón Té Falla -, perdiéndose con el uso, el paso del tiempo y el pelo que le esfumó del mate redundantemente, la tilde del Té.


HECHOS


   La afición de este mocetón mongol (antes entusiasta jugador de "La Pacansina" (sic) *2), al incuestionable arte de Dn. Carlos, fue creciendo y creciendo, acrecentándose aún más ¡si cabía!, con el vacío y nostalgia que la ya comentada súbita desaparición de su instructor le produjo, llegando la misma a hacerle imaginar que había visionado varias veces el cortometraje "La Casa Es Seria", el cual, desde luego, nunca formó parte del equipaje de aquel.    Siendo de tal proporción el empeño que puso en su ensueño, que viéndolo tan claro, éste se le figuró palpable e indudable realidad.

   Pero claro, allá en plena estepa, totalmente aislado entre salvajes caballos del núcleo de influencia de su adorado ídolo, su incomunicado espíritu, en un deseo de saber más, pronto le llamó a mayores, y así, para interesar a lo demás, que habitualmente no solían dar bola a nadie, y para hacerse un "nombre", Te Falla, intentó primero la fundación de una asociación tanguera, que debido a sus pocas actitudes sociables, en bien poco tiempo, sus miembros lo votaron expeditivamente de la presidencia.    También intentó la representación y promoción de artistas tangueros, por supuesto sin éxito alguno, y dado que le gustaba más tener un micrófono en la mano que a un niño una piruleta, también colaboró durante años en la presentación y organización de un festival tanguero en una población de la provincia vecina a su residencia, de poca  o nula repercusión, más allá de la escasa local.  


   Lejos de amilanarse por tanto revés, y al tiempo que expandía sus sapiencias tanguísticas hacia otros intérpretes del género, Corazón, agudizando su ingenio al máximo, pasó a propagar muy sutilmente la noticia de que ¡increíblemente!, en un viejo y polvoriento rastrillo de una ciudad cuyo nombre nunca citaba, aunque era manifiesto que no había sido en Ulán Bator (pues la capital de su país nunca había visitado), como la biblia junto al calefón de "Cambalache", pero sin el sable ensartador, ¡albricias!;  había encontrado entre miles de latas de películas y otros enseres,  una copia olvidada del film soñado, del cual, para evitar que la historia se repitiese, había encargado a unos laboratorios especializados en el asunto, le fabricasen un  duplicado "ignífugo", sin aclarar tampoco nunca, que pasó con el master.    ¡Pero eso no importaba!.    Ante la enorme magnitud del suceso, los demás que no eran tan listos como él, y ávidos de no importunarle lo más mínimo, no repararían jamás en tan insignificantes detalles.

   El suceso pronto causó sensación entre la flor y nata de la comunidad gardeliana mundial, y obviamente, los que antes ni por un casual iban a atender a Te Falla, ahora no sabían como granjearse su atención, amistad y favores, al objeto de que éste les hiciese algún día, un pase exhibitorio de tan anhelada y añorada pieza, que para demostrar incuestionablemente su posesión, durante décadas (ni se supo cómo ni de donde la obtuvo), estuvo mostrando a una selecta minoría, una atrozmente pésima grabación de la pieza "Quiéreme (Te Esperaré)" interpretada fragmentadamente en segundo término en el film por Gardel (*3).



Proyector y plato giradiscos del aparatoso sistema Vitaphone con el cual se intentaba sincronizar la imagen y el sonido de una proyección.   Gracias a que el film "La Casa Es Sería" fue producido con éste sistema, ha podido salvaguardarse el audio del mismo, no así las imágenes, descompuestas por problemas químicos del propio producto en sí (probablemente "síndrome del vinagre" por exposición a condiciones hostiles, de temperatura, clima y conservación), en la única copia del celuloide, aparecida en Uruguay, hasta el momento.



   De este tan osado modo, Mr. Te Falla, al que hasta se le iba suavizando la oblicuidad de sus ojos, paulatinamente, fue granjeándose la admiración y favores de los más selecto del coleccionismo del universo gardeliano, siendo aceptado en el mismo, como uno de los "grandes";  pasando en bien poco tiempo de ser un perfecto desconocido, a ser un lejano pero luminoso faro del foro, con quienes los restantes miembros del mismo, porfiaban para obtener sus ambicionados favores.      

   Y ésta fue la oportunidad que sigilosamente y en total secreto estaba desde hace tiempo esperando.    Ya tenía acceso a lo vetado para el resto de mortales gardelianos, por tanto, ¡ya podía viajar a Buenos Aires!, donde fue recibido por la creme de la creme, como un héroe y agasajado como un rajá, poniendo de inmediato en práctica su rocambolesco plan, el cual consistía en visitar el domicilio de uno de los dos coleccionistas gardelianos más importantes de todos los tiempos, para, grabadora en mano de un fiel acompañante  (oculta con un periódico), aprovecharse de la confianza del mismo, para extraerle con alevosía, el audio de la pieza inédita más emblemática de su colección, registrada en un disco de muestra.    Alta traición que "dicen que dicen", no se privo al más puro estilo bocazas en difundir solapadamente en los niveles más altos afectos a su persona;  que causó una enorme conmoción en los medios para siempre y que definitivamente acabó internacionalmente con el efímero prestigio de Te Falla para el más amplio sector de aquellos, para los restos.

   Pero como "lo cortés no quita lo valiente", y tratando de darle al César los que es del César, habrá que convenir en que, indudablemente, sin la decidida y artera actuación de Te Falla, la "doliente anemia" no hubiésemos conocido en ningún caso, el audio de ese registro, por lo cual, un efecto positivo y duradero para la posteridad, ¡trascendental! podría decirse;  sí que tuvo aquella bribona actuación.

 En medio de toda esa conmoción, otros sectores bonaerenses contrarios a los defraudados, así como los orientales, tradicionalmente discrepantes de aquellos, acrecentada su imagen por la "gesta" conseguida, continuaron su relación con él,  y comenzaron a obsequiarlo con inéditos registros de audio, a los que éste, tocado por un ancestral sentido tramposete de la ventaja en la trata equina de su prosapia;  comenzó a corresponder de inadecuada forma, proporcionándoles a cambio, homónimos de pésima calidad, que por sus trazas y reiteración, delataban en la factura, signos evidentes de mala intención (recuerden aquello de envolver los micrófonos con trapos y otras técnicas "anti-calidad" similares, relatadas en capítulos anteriores).



Familiar imagen de infancia de los pastos de la estepa mongola, para los jóvenes ojos de Corazón Té Falla.



   ¡Claro!, esto espaciándose en el tiempo, gradualmente comenzó a desgastar la idealizada imagen que, de Te Falla, se había formado subconscientemente,  el resto de lo principal del coleccionismo rioplatense, el cual a pesar de las tan sutiles como pertinaces insinuaciones en solicitar un pase del anhelado film, no habían obtenido éxito alguno por parte de ninguno de sus miembros.

   Por otra parte, actuando de modo aislado, alguno más audaz había llegado inclusive a desplazarse al país asiático para visionar la película, pero a pesar del enorme esfuerzo desplegado, desafortunadamente, con el mismo resultado de los demás, es decir, ¡nulo!.


   Eran otros tiempos muy diferentes a los de hoy día, en materia de comunicación, pero aún así, y como en ésta vida, al final todo se sabe;  lentamente, entre los gardelianos, fue extendiéndose la llama de la duda sobre la posesión por parte de Te Falla del anhelado film, al que para entonces, éste, había sumado ya, la imaginaria pertenencia de un cheque bancario firmado por el Morocho, ¡que por supuesto!, tampoco mostró jamás a nadie.    Hasta que finalmente, armándose del valor necesario para plantearlo, esos recelos, les condujo a la conclusión de pensar, que quizás, uniéndose todos y aportando cada uno de ellos la cantidad que para los efectos pudiesen contribuir, podrían tentar a Corazón (que ya para entonces había demostrado capacidad y sobrados dotes para "el nogocio", vendiéndoles 78 r.p.m. no editados allá), a ya que no había modo de que les proyectase la película, éste la vendiese.    Para lo cual recaudaron la bonita cantidad de 50.000.- $ USA de los 70's (¡un fortunón!);  desplazándose una selecta delegación de los mismos  a la patria de Gengis Khan, para prospectar el ambiente y plasmar si venía al caso, firme y personalmente la oferta.


Lugar reservado para la inclusión futura de una foto del auténtico Corazón, tocado con su característico y escaso sombrerito de fieltro (antítesis del de su ídolo) que no se quitaba ni para acostarse, el cual cubría parcialmente el ridículo postizo que, evidenciándola, pretendía disfrazar su alopecia;  portando orgulloso entre sus brazos, la lata con el título del film de su propia letra, escrito en un papel, pegado en la tapadera.   El muy ignorante de él, hacía esta exhibición sin saber que realmente el film no había sido producido por el sistema Western Electric  (como lo fueren los cinco realizados en los USA), sino que lo había sido por el sistema Vitaphone; es decir, que su soporte físico, estaba compuesto por un rollo de celuloide y dos discos de audio (cuatro como mínimo, realmente pues iban otros dos de repuesto).   Los componentes de la expedición, por aquel entonces, también lo ignoraban, pues de haberlo sabido, lo habrían desenmascarado con mayor rapidez, e inclusive, se habrían ahorrado el viaje a hacerle la oferta, estimulándole la fachenda y alimentándole su gigantesco ego.



   Como no podía ser de otro modo, algo sorprendido en un principio ante la insistencia de aquellos en visionar el film, y luego molesto, Te Falla  les atendió, más en consideración al desplazamiento tan lejano que habían efectuado aquellos Sres. para visitarlo, que al de un sentimiento de mayor o menor grado de ningún tipo de afecto hacia ellos;  alegando casi infantilmente que no podía atenderles como sería su gusto, porque tenía averiado el proyector.   Pero ante la disyuntiva de que aquellos fuesen en busca de uno de alquiler, tal cual proponían, amenazando su improvisado plan, éste, al que ya comenzaron inclusive a decirle en la cara que allá en Argentina "algunos" comenzaban a tildarlo eufemísticamente de "bromista" (léase embustero), y ya totalmente acorralado, fue cuando recibió el crochet que lo envió definitivamente a la lona, cuando también tuvo que negarles a aquellos caballeros su solicitud de que al menos les mostrase a contraluz, algunos de los fotogramas del inicio de la cinta que extraída de la lata, exhibía entre las manos, donde se acreditase que ciertamente se estaba hablando de "La Casa Es Seria". 


Hasta este sencillo y elemental recurso para acreditar la posesión de "La Casa Es Seria", negó Te Falla a la comitiva argentina que como ya hemos dicho, en esos momentos ignoraba que el film había sido editado en el sistema Vitaphone.



   Esto fue totalmente demoledor para Corazón, el cual, más mal que bien, y de una manera ya muy poco decorosa, se vio obligado, en un postrer intento de distender el más que caldeado, ¡sofocante! ambiente (en el que ya abiertamente y con el mayor de los recochineos, se le recordaba "no olvidase" lo de ignífuga, a lo que el abrumado Corazón, totalmente descompuesto y a punto ya de sudar sangre, mecánicamente asentía - sí, ¡sí! - );  a (de dientes para afuera y con una rígida mueca puesta en lugar de sonrisa), comprometer otro viaje al Mar del Plata, para efectuar allá la reclamada exhibición.    Cosa que a aquellas alturas, para todos los allí presentes era evidente que no iba a ocurrir jamás, así como que por una vez, el anfitrión, había hecho certera gala, del significado literal en castellano, de la casual unión de sus dos apellidos.



Nuevo lugar reservado para la inclusión futura de una foto del auténtico Corazón, exhibiendo el imaginario rollo del film "La Casa Es Seria", como si éste hubiese sido realizado con la misma tecnología de sus posteriores hermanos norteamericanos.    Y es que la necedad es muy bizarra, acabando por salirle a borbotones a quien jactanciosamente la acopia.


    Y por si todo esto fuese poco, por aquellas mismas fechas, en todas las televisiones, emisoras de radio y periódicos en que tenía ocasión de intervenir, Imperio Argentina iba denunciando la existencia de un Sr. (no quería ni pronunciar su nombre) que le pedía una fortuna (24.000.- $ USA), por cederle una copia de dicho film.    Todo se tornaba presión para el poco previsor Corazón, quién no llegó a aquilatar conveniente, el alcance de su inmensa e insensata incongruencia, ni el ímpetu que podrían llegar a desarrollar aquellos ávidos gardelianos a los que llevaba más de veinte años engatusados;  dado que en su fuero interno, algo le reafirmaba  vigorosamente que no era posible que le fuesen a demostrar lo contrario de lo que él afirmaba.   ¡Y en su propia casa!.    ¡No!, ¡no era posible!.    Jurándose para sus adentros, que aquello, ¡no le volvería a pasar en la vida!.     

    Te Falla, baldío enemigo, abiertamente declarado del TUIST (sic) y por extensión del rock en general, por su mala cabeza y peores instintos, sintiéndolo en carne propia, asistía impotente y atribuladamente, a su propio "the dream is over" irónicamente, revelado por Lennon dos décadas antes;  con la notable e insalvable diferencia entre ambos, de que, mientras aquel recordaba que había sido "la morsa" y ahora era John, éste experimentaba que había sido el envidiado "ficticio propietario" de "La Casa Es Seria", y ahora, notando imaginariamente un desmedido e incontrolable alargamiento de su narigón, sólo era el insignificante (por también inexistente), hermano gemelo del disneyliano "Pinocho".  



Importante contraste con respecto a sus orígenes, que observaron los asombrados ojos de Corazón Té Falla, en el viaje que realizó en los 70´s a Bs. As., donde en ocasiones desconcertado escuchó que le llamaban Te Faya o Te Fashia.   Todo muy extraño y novedoso para él.


   Y esta ha sido hasta la fecha, la sinuosa e increíble historia de un film en formato cortometraje, que no acaba de aparecer, y del que estoy convencido que en manos de algún individuo sudamericano, debe de quedar alguna copia, pues si bien es cierto que en Europa acaeció la convulsión: primero de la Guerra Civil Española, y posteriormente y para rematar, la de la II Guerra Mundial, con los consiguientes bombardeos, incendios y expolios, no es menos cierto  que allí, en mayor o menor número, también llegaron algunas copias, y afortunadamente no fueron acompañadas por la apocalíptica desgracia europea.    Algún día forzosamente, aparecerá alguna, esperemos, en mejor estado de conservación que las halladas hasta ahora.



Imagen que mejor se ajustaría a la descripción dada a continuación, por Dn. Boris Puga, sobre las características del set que componía el conjunto de la película.


    Consultado a Dn. Boris Puga (quién tuvo la oportunidad de ver en Uruguay, donde reside, en dos ocasiones distintas, el juego de película y discos), sobre las características del conjunto, recuerda al respecto que los dos discos, con sus 40 cm. de diámetro, superaban en dimensión al carrete del film, destacando en la etiqueta central de los mismos, la leyenda "Paramount", bien en modo de anagrama, bien en texto (no precisó), así como el título "Quiéreme" escrito a lápiz, en uno de ellos;  estando por las razones de tamaño descritas, embalados separadamente de la lata del malogrado celuloide.


Tanta repercusión y popularidad llegaron a adquirir en la época los films de Gardel en España, que hasta llegó a ser publicado en su colección "Films de Amor" por una editorial barcelonesa el libretto  transcriptivo del audio de ''La Casa Es Seria'', con lo cual, de haberse perdido total y definitivamente el mismo, siempre nos hubiese quedado el recurso de conocer su texto por este medio.    Foto de la portada de dicho documento (que precisamente no corresponde a la referida película), propiedad de Dn. Manuel Llano Pérez.   


   Bueno, al menos creo que este trabajo era imprescindible para dejarle claro a generaciones futuras, donde no han de retornar a buscar, incidiendo con la consiguiente pérdida de tiempo y posibilidades, en la rebusca de lo que nunca existió;  a lo que en honor a la verdad, convendría incluir también una copia del film "Cazadores de Estrellas", sobre la que en más esporádicas ocasiones, pero con la misma insensatez, éste manifestaba igualmente poseer.    Así no tendrán la tentación de atendiendo a alguna remembranza incierta, asentada en algún rincón de la memoria de algún incauto (al que le suene haber oído "algo"), comenzar a volver a perder la energía, en acciones absurdas, por esos lugares donde todo lo que hubo, fue la malasombra de un infame bulo.



Fotograma de presentación del trascendente sistema, que bien pudo formar parte de las imágenes del celuloide de 1932 "La Casa Es Seria".



        En cuanto al controvertido Te Falla, que al inventariar a su fallecimiento su colección, ésta era de lo más vulgar e incompleta que se pueda imaginar, dado que si alguna vez había encontrado un par de cosas de auténtico interés, no pudo resistir la tentación de venderlas a colegas de mayor rango que él, y que lo que más sobresalía de sus pertenencias eran precisamente grabaciones bastante mal realizadas, que aquellos (ya aprendida la lección) le enviaban en justa correspondencia a las suyas;  el tiempo y los gardelianos imparciales, acabarán por colocarlo en el lugar que mejor le corresponda y merezca, pero a pesar de los pros y contras de su deambular por este mundo, y de los desmedidos esfuerzos de su sucesión en alterar los hechos, o contarlos parcial  o deformadamente, al más puro estilo Razzano  (llegando inclusive a presentar como amigos a aquellos que por su abyecto proceder, dejaron expeditiva y tajantemente de serlo (*4)), y lo que es peor y mucho más grave;  que sorpresivamente, en lugar de haber aprendido la lección de la indeseable experiencia vivida por el cabeza de la saga, ellos, vuelven a las andadas colocando en YouTube imágenes con el fondo del anagrama de la Paramount al que incluyen burdamente, el título del film (*5);  ¡y no solo eso! (que no es poco), sino que para que no haya lugar a dudas, lo hacen firmándolas con las tres letras iniciales de nombre y apellidos, características de los otros muchas archivos, que colocan asiduamente en dicho sitio.   ¡Vamos!, incalificable y asombrosa acción, que cuanto menos, denota un agudo problema patológico, con serias alteraciones psíquicas de fondo y conducta, acompañadas de un fuerte desprecio hacia la sensibilidad e inteligencia de sus prójimos.



Imagen de la actriz canadiense Norma Shearer, que nos permite hacernos una idea del diámetro real de un disco Vitaphone (40 cm.).    Nada que ver con lo que sostiene en sus manos el provisional sustituto del auténtico Te Falla.   El set para transportar el rollo de celuloide y los dos discos del audio del film, debía ser bastante voluminoso.   NOTA:  Debido al desgaste del audio de los discos, estos eran enviados por duplicado para ser sustituidos alrededor del 20º uso;  teniendo en la etiqueta de cada uno, un cuadrante para anotar las veces que se había utilizado.



   Y "dicen que dicen", que aquel mongol;  a quienes le preguntaban por la dirección o la mínima información acerca de algún otro coleccionista, ¡exagerada e invariablemente!, les respondía, -que hacía mucho tiempo que había fallecido-;  ¡cuando aún estaba en la flor de la vida!, es decir, con su ingrato y desalmado corazón, directamente ¡lo mataba!, y punto.     Aunque el bueno e ignorante del otro, lo tuviese en la distancia,  por un excelente "amigo".  

   ¡¡Sí!!, (¡guarda!), de todas esa cosas, y muchísimas más, era capaz el exclusivo y afortunadamente ¡único!  Corazón Te Falla.    

   Y "dicen que dicen", que de no haber procedido a alterar sus agnados tan tozudamente los hechos, esta historia, quizás, no habría visto la luz, de ningún modo;  por lo que sin negarle el indiscutible hecho de haber dedicado toda una vida (más o menos acertadamente) al tango;  no parece pintar muy halagüeño el futuro para la memoria de Corazón, en el seno del coleccionismo clásico del Zorzal, que desde luego, en vida, lo desdeñó abierta, amplia y categóricamente.      E. P. D.



Este otro fotograma (probablemente de 1926), nos da una idea muy concreta, de la importancia que se le dio en su día al sistema, sobresaliendo el tamaño de los tipos del nombre del mismo, del de la productora, nombre del actor y título de la obra.   Destacable también que los "Encuadres Musicales" de Gardel, del año '30, realizados en la Cinematográfica Valle,  habían sido registrados con el sistema hermano en creación, comercialización y fechas de nacimiento "Movietone", que llegó a Bs. As. en 1927.



   Resumiendo.    Para que los hechos reales, relativos a lo acaecido hasta la fecha con ese inasequible film, no cayesen en el olvido, ni en las siempre excesivas y deformadoras leyendas;  era de justicia contar (aunque por las razones expuestas, un tanto noveladamente) este epopéyico e inconcluso episodio de la más genuina historia gardeliana.    ¡Que lo disfruten!.
                                                                                               ¡Salute!.









*1  No se molesten en conocer el significado ni origen.   Yo lo he intentado hasta la extenuación ¡sin éxito!.

*2  Oficio extinto del que a ciencia cierta no supo nunca nadie, en que consistía.

*3  Imaginario juego, sólo practicable elevándolo al cubo, por quienes fueren capaces.

*4  Esto ocurría apróx. a mediados de los 60's, no conociéndose popularmente la existencia de los dos discos Vitaphone que contenían el audio completo del film hasta primeros de los 90's. 

*5  Sin considerar ni por un solo instante, que los hijos de la otra parte citada, pueden tener un sentimiento al respecto totalmente contrario al de ellos, es decir, repudio  y vergüenza de haberlo sido. 


*6 Una benévola muestra de ese desafortunado hecho (le borré la firma), es visible como primer fotograma, en el cap. 18 de éste blog.





(Redactado el:  2 de Septiembre de 2019)

lunes, 2 de septiembre de 2019

20º. DEFINITIVAMENTE, GARDEL NO REALIZÓ NUNCA EL JINGEL DE ''GENIOL''... ¡¿O, SÍ?!...


     La Vida te da sorpresas.

    Indudablemente, en buena lid, ese debería ser el título del presente capítulo, pues de gran dimensión y total afinidad al respecto, ha sido la hace escasas fechas, recién descubierta novedad, y que a grandes rasgos, voy a intentar relatar.

   En incontables biografías de nuestro Ídolo, con mayor o menor claridad o rotundidad, se ha dado a entender que, el mismo, en 1931, llegó a grabar un anuncio para promocionar el analgésico Geniol, de cuyo concurso, había sido ganador del primer premio el año anterior, recibiendo como parte del mismo, un reloj de oro de la marca Longines.

    Hasta aquí los hechos sucintos, siendo nulos los datos sobre quienes poseían la grabación del disco en que se sustentaba la noticia, cuanto ni menos el lugar o fecha de grabación, ni del sello discográfico en que se realizó la misma, ni siquiera de personas que bajo escucha, aseveraban la veracidad de la noticia.

   Hace bien poco, concretamente el pasado 26 de Agosto del presente '19, como casi siempre ocurre, buscando sistemáticamente otra cosa en la Web, fui a parar, con una página que me conducía a otra, y en la cual "cortado" (por carencia de la intro, y toda la primera estrofa), y tal cual luego pude comprobar en el seguimiento del asunto, también profusamente alterado el audio, escuché una pieza que sin nombre de intérprete era titulada simplemente como «Geniol».

   La repetida escucha de la misma hizo despertar mi interés en obtenerla completa, y esto finalmente lo conseguí en YouTube, gracias a la generosidad de Luis Alposta, donde para mi asombro, se decía que el título de la misma era «Venga de Donde Venga» escrita por los hermanos Antonio y Gerónimo Sureda, y que la interpretación correspondía al cantante de Bahía Blanca, Juan Carlos Marambio Catán, de quién era la primera vez que había oído hablar, a pesar de haber sido acompañado en su carrera por gente tan prestigiosa como Francisco y Julio De Caro, Juan Cruz Mateo, Scatassoo o Augusto Pedro Berto, entre otros;  y haber sido desde 1915 amigo personal del propio Gardel, quién le interpretaría años después el célebre tango con letra del mismo y música de Pettorossi «Acquaforte»;  habiendo en los comentarios allí existentes, seria controversia con respecto a dicho asunto.    No contento del todo con el resultado, solicité una copia a mi excelente amigo Eduardo Sibilin, quien a la postre había sido la fuente de donde había salido la pieza que fue seccionada y manipulada;  quién generosa e inmediatamente, incondicionalmente me la remitió.

    Yo que probablemente, por mi entrega desde hace muchos años a la limpieza del audio de Gardel, así como a mi sempiterna afición a la obra del mismo, sin pretensión de distinción alguna,  probablemente sea una de las personas que más lo tiene escuchado, a bote pronto, me incliné por las que abogaban a que el intérprete era Gardel (que esa era la cuestión).

    Procedí a la limpieza exhaustiva y remasterización del audio y una vez acabado, y antes de colocarle el nombre del ejecutante (como por costumbre tengo cuando me aparecen dudas sobre la mayor fiabilidad entre el audio de un archivo u otro, sometí éste al veredicto de mi esposa), la cual tras atenta y concentrada escucha, aseveró, ¡es él!, ¡¿como lo dudas?!.

    Repetí la operación horas después con mi hijo, el cual, por cierto, tiene probada fama en círculos musicales locales, de tener un oído bastante fiable y afinado;  siendo el resultado el mismo, acompañado de cierta perplejidad por mis aparentes dudas y conviniendo en que esa capacidad para ejecutar el par de calderones que contiene la obra, así como la peculiar forma de abordar al personaje femenino que aparece en la curso de la misma, son marca de la casa Gardel, estando a la par de las realizadas en «Principe»  o  «Anoche A Las Dos», ¡por ejemplo!.

    Y bueno, dado que las afirmaciones existentes en YouTube no iban acompañadas de imágenes de la galleta de algún disco acreditativo de lo que allí se afirmaba, cosa que tampoco aportaron nunca los que abogaban por la interpretación Gardeliana, opté por lo más «evidente» y apetecible;  y eso fue que definitivamente el cantante era El Zorzal.  

     Ello ignorando que en 1981, al ser emitido por radio procedente de un disco de muestra aportado por  el acreditado coleccionista Lionel Godoy, ;  el mismísimo Enrique Domingo Cadícamo, había llegado a la misma conclusión que todos nosotros, afirmando que la voz era la de Gardel.    Lo que contrasta con la firme aseveración de mi gran amigo Hugo Noé, quién sin ambages de ningún tipo, el 27 de Febrero de 2019 afirma que -Cualquiera que haya escuchado al Zorzal se daría cuenta que no es él-.

    Pero dos días después, y ahora viene a cuento aquello que indicaba al principio sobre las sorpresas de la vida;  continuando con mis pesquisas, me encuentro con la reciente edición del 21 de Enero de 2018, de un CD de Juan Carlos Marambio Catán en el sello Two to Tango, titulado «Recuerdo  (1923 - 1932)» y en cuya posición 15ª. (de 22), iba incluido dicho registro.




Portada del asombroso CD que ha venido a aclarar definitivamente, el controvertido asunto de la interpretación del anuncio "Geniol", por parte del Zarzal.




    
     Ni decir tiene que mi asombro y perplejidad no tuvieron límite;  y que decir de las caras de mi familia cuando al unísono les dí la noticia.   Sin ningún tipo de dudas, puede afirmarse categóricamente, que Marambio Catán ha sido el mayor y más creible y cualificado imitador del Morocho de todos los tiempos, siendo muy comprensible la cautela en efectuar la afirmación categórica de tal evento por parte de aquellos que la dieron del modo en que efectivamente se efectuó.

     Ello no exime al registro dada la evolución histórica del mismo, de un auténtico valor específico en la discografía gardeliana, aunque fuese únicamente por las dudas que durante décadas justificadamente generó entre los más sesudos gardelianos.

   Imprescindible agregar que reafirmándome en todo lo dicho con respecto al increíble parecido con Gardel en la ejecución de la pieza motivo de este capítulo, ésta es totalmente una isla en la obra conocida de Marambio;  pues escuchadas con extrema atención, todas las restantes piezas que componen el CD , entre las cuales se encuentran hasta cuatro del más clásico repertorio gardeliano (a excepción de la última), a saber:  «Dicen Que Dicen»,  «Confesión»,  «Todo Corazón»  y  «Hola Señorita», y a pesar de estar las dos primeras acompañado por el inconfundible piano de Juan Cruz Mateo, en absoluto vuelve a aparecer, ni por asomo, el fenómeno de dicho parecido o imitación.    Lo cual, nuevamente, nos coloca en una disyuntiva un tanto enigmática, sobre cual es el trasfondo de semejante prodigio.


   ¡¡¡Mágia!!!...   ¡Pura magia!...   Y ¡Misterio!, nuevamente misterio.


                                                                       ¡Un abrazo para todos!.








NOTA:   No siendo amigo de alargar sistemáticamente mis escritos, me he privado de ofrecerles el texto cantable de la obra en cuestión, así como la lista de títulos que componen el CD indicado, lo cual, con los datos proporcionados, les será de fácil localización.

           Muy destacable e interesante en el CD la posibilidad de disfrutar el piano de Juan Cruz Mateo, de quién no es muy fácil ubicar grabaciones, y que  como todos Vds. saben, fue el pianista de las doblemente famosas sesiones de Gardel en Barcelona, en 1932 (primera porque fueron las únicas grabaciones de Gardel en ese año;  y segunda porque también fueron las únicas que realizase el Zorzal en su carrera acompañado con violín y piano). 

           También he evitado citar la página donde hallé por primera vez el dato sobre el asunto, así como el nombre de quién la gestiona, con quién tengo buena relación, por aquello de la inevitablemente citada manipulación del audio.


                                                                                                                                                                                                             ¡Salute!.

lunes, 5 de agosto de 2019

19º. (...UN "VIENTO" DE LOCURA, ATRAVESÓ MI MENTE...) MI VIEJA IMPRESIÓN RESPECTO AL FATAL ACCIDENTE, SE RATIFICÓ AMPLIAMENTE.

A

   ¡Dn. Carlos!

   Nadie acrisoló un cúmulo de mala fulera mayor que el de vos.

   A pocos se le cruzaron tantas y tamañas traiciones al unísono más que a vos.

   Sólo de ese modo, lograron arrebatarnos el sólido y fraternal solaz de su presencia.

   Hubieron de ligarse dos presidentes de república (uno por acción, el otro por interesada dejación) junto al indecente Samper, para noquearos de este mundo, ¡que jamás de la gloria!, a la que ellos y sus innobles apellidos, de ningún modo lograrán avistar siquiera de lejos;  siendo sus endebles y difuminadas estelas, borradas de la historia para la eternidad, no sin antes ser maldecidos sus nombres y rasgos por los siglos de los siglos, por cientos de miles de hombres y mujeres de noble alma desgarrada, que se sintieron tristemente desprovistos de tu presencia y voz.



Foto que nos muestra bajo a la izquierda y en primer término, al niño de 14 años William Foster (aprendiz de mecánica), al que el «intrépido y heroico piloto pirata» colombiano, utilizó de copiloto en el fatídico viaje (a los infiernos).  Inimaginables el resto de despropósitos que cometió en ese acto, ese inadjetivable vil asesino, cada cual, superior en gravedad a su inmediato precedente.  ¡Con razón le compró «galletitas» antes del vuelo!.


   Sus canalladas sin nombre que concretaron con la firma de un acuerdo comercial colombo-argentino largamente ansiado por los segundos, para obviar el «accidente» de Medellín, posteriormente consumado con el abandono a su suerte de todos los huérfanos, viudas, madres, hermanas, etc...  de las víctimas de la infamia del Olaya Herrera, echándole la culpa al indemostrable e indemostrado aire, no les dejará descansar jamás en sus indignas y putrefactas cárcavas. 

   Ni conjurados todos los vientos de la rosa del mundo al alimón, influenciados por los peores malignos designios del mago Frestón, serían capaces de conseguir tamaña casualidad cual la de que en un espacio aproximado a los 900.000 m/2, donde en un momento determinado sólo habían dos aviones operativos (uno maniobrando y el otro parado), por efecto de esa mezcla gaseosa compuesta de oxígeno, nitrógeno, y algunas porciones variables de argón, vapor de agua y anhídrido carbónico; invisible por transparente, insípida e inodora (cuando no porta otros aromas ajenos), el uno fuese a hacer diana casi frontal con el otro, si no existiese por parte de uno, una búsqueda expresa de tal acción (por supuesto en lo referente a ubicación).    Eso, basado en el índice de probabilidades de Laplace, más que increíble, es imposible, y por supuesto que;  superando con creces la más imaginativa de las ficciones, ¡nunca jamás repetido desde entonces en el lugar!.



Ilustración extraída de la edición de lujo en tapa dura, del libro "La Verdad sobre la muerte de Carlos Gardel" (Diké 2019) que explica en su plano cómo ninguna, la imposibilidad de lo que finalmente falló la justicia en relación al viento, apreciándose clarísimamente, la perfecta trayectoria del F-31, en busca de sobrevolar al avión de la SCADTA; ante la inmensa concurrencia congregada en las instalaciones del aeródromo.   Y nunca literalmente mejor aplicado el término "falló".    Por cierto, cuanto más se mira el croquis, más firme y clara se ve la acción de un ignaro, irresponsable y obseso, plenamente entregado a satisfacer su insaciable y egocéntrica vanidad criminal, empecinado en conseguir a toda costa su objetivo "in mente", sin titubear ni un solo instante en incumplir para ello, las más básicas pautas del reglamento aeronaútico, dejar de acelerar,  desviar su rumbo o parar motores.    ¡Vamos!, una gloria de la aviación colombiana, como se ha manifestado hasta la saciedad.   ¡Un ejemplar y patriótico héroe! en toda regla, allá donde los haya.   No hubo caridad ni compensación económica alguna para los familiares de las 16 víctimas restantes.   ¡Sí!, descargo para Samper.     Foto cortesía de Dn. Umaña Mauricio Núñez.






Ampliación a color del detalle del plano anterior, en el que se ve claramente el maizal que evitaba la visión del Manizales hacia la parte sur de la pista, el cual tuvo que situarse algo así como un metro por delante de la linea del mismo, para poder visualizar el despeje de esta por parte del F-31, que en lugar de ello, se le vino aterradora y fatalmente encima, frustrando el maquiavélico proyecto del enloquecido Samper.








...y como íbamos diciendo...  ¡así!, así se escribe la historia.    Por supuesto que debían estar refiriéndose a la ostentación de una categoría de piloto que jamás obtuvo en tribunal competente alguno, es decir, su triunfo mayor al respecto, fue el de obtener en los USA un carnet de estudiante de vuelo, acreditando únicamente unas 100 horas de éste, cuando precisaba mínimamente 1.000 para llegar a ser piloto.    Toda una farsa el tal Samper.



   El resto, fue la obra encubridoramente perversa y autoprotectora de unos seres humanos, indignos de tal denominación, por su total insensibilidad al padecimiento ajeno, y ante cuyas parciales maquinaciones, tendentes únicamente a salvaguardar sus intereses económicos, a uno se le hace difícil soslayar la inmensa vergüenza de formar indeseada e inevitablemente, parte integrante de tal género.

       Tan solo en un aspecto (por la parte argentina) mantuvieron esos engendros su congruencia e iniquidad, ahorrándoles su despreciable presencia oficial a los sensibles asistentes a los funerales dispensados en el Luna Park y sepelio del día posterior en La Chacarita.    Al menos hubo cierta limitación al proverbial fariseismo.

    Ha sido inmensamente gratificante el que, aún pasados ochenta y cuatro (84) largos años de los infaustos hechos, final y radiantemente, "LA VERDAD" (irrefutable por el aval de la luminiscencia de su exposición, la rotundidad de lo probado, la congruencia de lo argumentado, y ¡sobre todo!, por lo perseguida, silenciada y oprimida por parte de las mal llamadas autoridades (ya que ese concepto, requiere de otras actuaciones más dignas y honestas por parte de quienes lo ostentan)), tozuda e impenitente;  superados ¡ya!, todos los fundados temores a las temibles represalias que indudablemente hubiesen recaído sobre los denunciantes, por parte de los poderes establecidos de la época, y por ley natural, físicamente desaparecidos éstos, haya resplandecido jubilosamente, reconfortándonos de tan abrumadora y monstruosa iniquidad.  




      
Portada y contraportada de la 1ª edición (de tapa blanda, impresa en los USA, de 22-5-2019, no acreditada en el mismo) del libro inspirador de esta espontánea y doliente manifestación.




2ª edición de lujo, de tapa dura, de finales de Julio del mismo año, cuyo nuevo título es ahora "La Verdad sobre la muerte de Carlos Gardel" y que generosamente, incluía en los créditos de portada como coautora, a Dña. Manuela Umaña, hija del docto y tenaz recopilador de la obra.



   He aquí mi sentimiento ante la lectura del libro recién publicado por estas fechas (27-7-2019), basado en la documentación acumulada por el letrado Dn. Alfonso Uribe Misas (e.p.d.) (abogado de la SCADTA) sobre los resultados de las distintas peritaciones efectuadas sobre unas inspecciones oculares, llevadas a cabo a su requerimiento, para intentar esclarecer los hechos relativos al fatal accidente del 24 de Junio de 1935 en el aeródromo "Las Playas" u "Olaya Herrera", de la ciudad de Medellín, que debió ser editado en 1938, no siéndolo por las razones de peso, en él explicadas y que ¡por fin!, gracias a la admirable custodia e impecable transmisión de sus descendientes, con los cuales adquirimos todos los miembros del universo Gardeliano, una deuda de sincero agradecimiento imperecedera, que orgullosos y satisfechos, nos place expresar;  y a la perseverancia del ingeniero e historiador aeronáutico Dn. Mauricio Umaña Núñez, por su inquebrantable insistencia en la persecución de ésta exitosa cruzada;  que desgranándolo, podemos ¡devorar!.



Instantánea de Dn. Alfonso Uribe Misas, abogado de la SCADTA y auténtico padre de ésta histórica y trascendente obra, gracias a la cual, a las casi ocho décadas y media del infausto suceso, hemos podido conocer los motivos reales que lo produjeron, el vencer sus parientes los justificados temores a reeditarla, tras haber sido gubernamentalmente prohibida su publicación en 1938.    Foto por cortesía de Dn. Mauricio Umaña Núñez, convincente vigorizador del proyecto.



   Un postrer recuerdo,  junto con el lamento por su forzosa ausencia, para todos aquellos cientos de miles de Gardelianos de venerable corazón, que nos dejaron bajo la ignorancia de lo que hoy nos alumbra, a los que jamás me perdonaría olvidar.    Es de desear que allá donde estén, ellos hayan sabido de la misma, mucho antes que nosotros.



Dn. Mauricio Umaña Núñez, recopilador de la documentación e instigador a vencer las lógicas y justificadas reticencias iniciales de los deudos de Dn. Alfonso Uribe a la publicación de la obra, en una de las múltiples entrevistas concedidas en los últimos cuatro años.




   Y para finalizar, considerando bajo mi modesto punto de vista, es esta una de las obras más trascendentales y fundamentales de las muchas editadas hasta la fecha, sobre la causa, al tiempo que tremendamente didáctica en el manejo del difícil don del equilibrio y la equidad, voy a permitirme (sin que sirva de precedente) una drástica excepción;  efectuándoles (no siendo proclive a conferirlos), un profundo y sincero consejo...  si son mínimamente Gardelianos;  ¡no se la pierdan!.  


                                                                                                                                                                                                                                                                                                            ¡Salute!.



       Sería de todo punto injusto, cosa que dado mi utópico sentido de la equidad, me atribula, aislar de esta ecuación «de verdad», a su colega, el «perito aéreo» Dn. Terencio Spaini, indiscutible experto en la materia, diríase mejor ¡un catedrático!, quién en 1977 (39 años nos contemplan), en la revista-libro de titulo «Carlitos Gardel, Como Nunca Se Vio», publicada por GENTE y la Actualidad y comercializada por ediciones Atlántida, S. A. (Argentina),  concedía una extensa entrevista al periodista Rodolfo E. Braceli, en el curso de la cual eran explicadas en más de un 80%, las razones contempladas aquí del accidente de Medellín, incluidas (01) las «galletitas», (02) el sobrevuelo del capitán Thom el día 20 a modo de reto con el Manizales sobre el F31 de Samper Mendoza, que éste tomó demasiado a pecho, (03) el no atado telón, (04) el viento de cola (al que allí se le concedía escasa importancia (al intentar alzar el vuelo de sur a norte), así como las fotos que indicaban con claridad la dirección de los anemómetros o mangas de viento, instalados en el aeródromo), (05) el asunto de la carencia de copiloto y la poca edad del que administrativamente ocupaba tal plaza en dicho vuelo, (06) la salida de pista del F31 buscando el sobrevuelo del Manizales, (07) lugar del cadáver de Gardel bajo el motor, (08) chaleco de plumas de éste, que salvó de la incineración algunos documentos personales, (09) la aparición de una bala en el cadáver de Gardel (muy cerca del corazón), (10) la escucha de un disparo, previo al choque de los dos aviones, (11) la posesión de la pistola de fogueo en la mano derecha del copiloto alemán del Manizales, (12) la bala encontrada en la cabeza del cadáver de Samper Mendoza, con entrada por el maxilar, (13) la conclusión oficial final, en la que se declaró la culpa de todo a una incontrolable ráfaga de viento, (14) el velatorio de los restos de Gardel en el domicilio de un párroco (15) la premeditada desaparición del comisario de vuelo de la SACO y testigo presencial de los hechos Grant Flynn, (16) el entierro provisional en el cementerio de San Pedro, (17) el multitudinario entierro de Samper Mendoza cual si de un héroe nacional se tratase, (18) y la conclusión oficial final, en la que se declaró la culpa de todo a una incontrolable ráfaga de viento, así como (19) la posterior fusión de las compañías SACO (Servicio Aéreo Colombiano) y SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos), con el posterior advenimiento de la Avianca (Aerovías Nacionales de Colombia S. A.), tras un acuerdo político de ¡quién sabe que contenido y alcance!, y que ¡eso sí!, llevaba implícita, la ruina por falta de reconocimiento de culpabilidad, de unas pocas familias argentinas, por la pérdida de sus esposos, padres y futuros abuelos, un desgarro familiar-afectivo-generacional que con cuatro chirolas se habría podido al menos atemperar.


Entrevistador y entrevistado en un momento de la charla.

       Otras diferencias de aquella entrevista no contempladas en la de Umaña consistieron en (20) la colecta popular de acciones de 5 centavos (unidad monetaria del país en 1935) para ayudar a la familia del «piloto» del F31 a salir del desastre económico (fíjense que diferencia con el trato dispensado por Argentina a sus súbditos damnificados, a los cuales (como manifestaron repetidamente por Internet, Mesalina Riverol y Carmen Barbieri, hija y nieta respectivamente de dos de los guitarrista fallecidos en el accidente), no se les ayudó ni con un vaso de agua,  (21) como también un indigerible panegírico sobre Ernesto Samper Mendoza (tratado en su sepelio como un héroe nacional), y el hermanamiento de los dos pueblos latinos, (22) dándose además un pormenorizado detalle minuto a minuto, segundo a segundo, del trazado del suceso;  omitiéndose en aquella en favor de la de Unaña, exclusivamente: (23) la carencia de licencia de vuelo para transportar pasajeros de Samper Mendoza, (24) el asunto de los rollos de la película mejicana de 1934 «Payasadas de la Vida»  (Miguel Zacarías Nogaim)incluidos en la carga del F-31 a última hora, apilados en el espacio del aseo y del que éste, dada la sobrecarga existente, considera factor fundamental del accidente, (25) aspectos técnicos de los componentes del F31 como la manivela para accionar los «flaps» de las alas de este, que un copiloto experimentado podría haber movido para ayudar a elevar el vuelo y no lo estaba en las del F-31 que portaba a Gardel y compañía;  (26) la foto de los anemómetros, o mangas de viento, demostrativa de la dirección del mismo ese día en el aeródromo, así como de la inconveniencia de tomar el vuelo de sur a norte como lo tomó el temerario Samper;  y (27) la fundamental cita a Dn. Alfonso Uribe Misas, abogado de la SCADTA, y piedra angular del trabajo de éste. 

      En resumen:  de las 23 circunstancias que maneja en su libro Umaña, 18 o 19 ya las especificó en su entrevista Spaini, 39 años antes;  lo que resulta ser el 78,26% o el 82,60% entre ambas opciones.   

       Por cierto, cosas muy propias y repetidas, en y del «mundo» Gardeliano, donde no cesan de tomarse las ideas los unos a los otros, omitiéndose en la mayoría de los casos, citar las fuentes originales de donde proceden estas;  que finalmente, ¡decepcionándote!, acaban por dañarte anímicamente.   

       Es lo que algunos colegas (no con poca gracia y mayor tino) dieron en denominar ((no voy a ser ahora yo el que cometa dicho pecado), concretamente Dña. Clara Koser (Gardel)), como:  «celos Gardelianos». 

       Me cuesta creer que tal profusión de datos tan concretos como precisos, fuesen del total desconocimiento del amigo Umaña, y más cuando compartían profesión;  quién en su libro de 2016 «La Verdad», no cita ni una sola vez a Dn. Terencio Spaini y esto ciertamente, no deja (cuando menos) de sorprenderme, dado el grado de especialización en el tema demostrado por el transcriptor, no sólo en su libro, sino en mil una conferencias realizadas tanto en YouTube como personalmente por diversos paises.   Es prácticamente imposible creer que lo desconociese.


NOTA:  Aclaración de los diferentes colores en que son marcados cada detalle.   En verde los puntos coincidentes de cada autor (18).   En rojo los que el segundo (Spaini) no cita (del 20 al 22) (3).   Y en azul los que omite el primero (Umaña del 23 a 27(5).

Importantes disensiones entre un autor y el otro:  (01) para Spaini la carga del F31 estaba dentro de los límites aconsejables y para Umaña estaban los kgs. excedidos (es lógico al provenir su información del abogado defensor de la SCADTA que tendería a presentar los hechos lo más favorable posible a los intereses de su defendida).   (02) Y para Spaini arrancar el vuelo con el viento de cola no tenía importancia, es más, llega a asegurar que el Manizales iba a hacer lo propio y para Umaña era un factor primordial, dentro de los cánones básicos de la aeronáutica (inexistentes en la época para Spaini), que Samper Mendoza obvió, para lucirse ante el público que expectante esperaba en las instalaciones del aeródromo, así como para poder sobrevolar al Manizales, que aguardaba en las cercanías, como devolución del sobrevuelo que le hiciera el día 20 el capitán alemán a él, asegurando que el avión pilotado por Thom iba a despegar de norte a sur, es decir, tal como indican las más elementales normas de la aviación, para tomar el viento en contra y elevarse con mayor facilidad (esto lo diga quien lo diga, parece lo más nomotético).   (03) Incomprensiblemente Spaini no cesa de citar el día 25 como fecha del terrible suceso, cuando todos los autores del mundo sin dudarlo, dan la del lunes 24, doloroso y triste día de San Juan.



Portada de la revista-libro de 1977  «Carlitos Gardel, Como Nunca Se Vio», 
publicado por GENTE y la Actualidad, y editado por Atlántida, S. A. (Argentina).


       Así que ¡sí!, dónde dije digo, digo Diego:  es decir, no pienso ahora que sean tan novedosas, ni excepcionales las investigaciones de Umaña, concretándose estas en haber obtenido (¡eso sí!, «con mucha ilusión, perseverancia y éxito»), el permiso de los justificadamente aterrados herederos de Uribe Misas, para editar finalmente un trabajo que tenían aquéllos empolvándose durante décadas en algún cajón.   No es poco mérito este, de vencer al miedo y mucho menos, cuando el mismo es proverbial y fundamentadísimo;  pero al César, lo que es del César…   

       No es bueno enterrar en el olvido a nuestros antecesores que también trabajaron con denuedo, ilusión, admiración y afecto hacia nuestro ídolo común. 

       Me siento extremadamente feliz cuando consigo extraer de la ingratitud del olvido a algún Gardeliano allí inserto.   Siento su resurrección como algo mágico y personal.   Me remite al recuerdo de mi difunta madre y cuán orgullosa se sentiría si pudiese verlo. 

       Con mi conciencia, nadie va a quedar apeado de este «tramway», y menos de modo tan abrupto y radical.   Aquí no sobramos nadie y por Gardelianos, todos serán bienvenidos, ¡siempre!, desde los tres secuestradores argentinos de su arte, hasta el aprovechado, embustero, abusivo y traicionero Te Falla, ¡todos!.    Otra cosa es que se les promocione, o aplaudan sus reprochables procederes.

       En cuanto a las compañías de aviación, sólo se me ocurre pensar en lo endebles que debían ser sus economías, cuando su supervivencia, dependía de la indemnización, o ¡no!, a 17 familias en total (7 y 10 respectivamente), es decir, en el peor de los casos, el mayor número de indemnizaciones que una parte hubiese tenido que atender a la otra hubiese sido el de 10 familias, pudiendo ir a cargo estatal la indemnización de las otras 7.   Estando involucrados los seguros de ambas compañías y en última instancia, los gobiernos de las dos naciones, parece de una miseria de alma incomprensible e inexplicable.   ¡Cuánta podredumbre moral!.  

       ¡Mejor culpar a una ráfaga de viento que pasaba por allí!.   ¡Que locura!.


       Lo lamento, amigo Mauricio, pero las cosas son como son...